domingo, 14 de enero de 2018

Antorcha - C.B.S. Piratas Valencia 13/1/2018

Volvía la Liga Autonómica de Béisbol, tras el parón navideño, y, con ella, volvían los piratas al campo.
Había ganas de béisbol en la ciudad del Turia y los bucaneros iban decididos a librar una ardua batalla. Sables afilados, botas limpias, parches nuevos y arcabuces cargados; todo estaba preparado para enfrentarse al Club de Beisbol Antorcha a las 13:30 horas en el Campo de Béisbol Municipal de Valencia.
Sería el equipo rojiblanco, que ejercía de home club, el primero en defenderse de los batazos Piratas. Los filibusteros no tuvieron fortuna en sus primeros turnos al bate, pero esto no había hecho más que empezar y el ambiente se iba caldeando para lo que acabaría siendo una gran tarde de béisbol.

Andy González durante uno de sus lanzamientos. 
Con el marcador en blanco, saltaba nuestra tripulación al campo con los guantes preparados y ganas de demostrar su solidez defensiva con el siguiente roster: en primera base se situaría Tex, en segunda Álex que compartiría la responsabilidad de defender su base con Julio que ocupaba la posición de Short Stop; en tercera base Armin, mientras el outfield quedaba bajo la tutela de Mazcu, Juanma y Piña; por último, Andy se subiría a la loma y Manu se dirigía a la parte posterior del Home Plate.

Tras una buena actuación defensiva, solo los pequeños errores permitieron al club decano de la ciudad anotar y ponerse por delante en el marcador, que al cierre de las dos primeras entradas se mantenía 0-1 y sin registrar ningún hit, en lo que estaba siendo una excelente actuación de los dos pitchers, con especial mención para Andy González que se muestra intratable desde el montículo en lo que va de temporada.


Avanzaba la tarde y las nubes cubrían el cielo, en lo que parecía una metáfora de la mala suerte que acompañaría a los casacas negras en las siguientes entradas. 

 los piratas trataban de poner toda la carne en el asador. 
Primero llegó la lesión de Álex tras recibir un golpe fortuito en el rostro que forzó su sustitución por Sergio Pescador (PSK) que de ahora en adelante sería el encargado de cubrir la posición de segunda base.

Nuestra afición que nunca falla
 A esto, se sumó la desdicha en el bate que impidió a los de la “P” áurea anotar carreras, pese a disponer de varias oportunidades para ello, incluso con todas las bases ocupadas por sus jugadores. El partido se enfriaba y llegaba a su ecuador con los piratas abajo en el marcador y la afición que se agolpaba en las gradas tratando de insuflar aliento a los suyos.

Llegada la séptima entrada, los ánimos parecían flaquear entre los piratas que veían como de nuevo un partido que había estado muy reñido se les escapaba entre los dedos en el mismo inning de siempre, el que algunos en la grada ya decían era “el inning negro de Piratas”, pues el rival comenzaba a anotar repetidamente hasta situarse 0-5 en el luminoso. Sin embargo, la última palabra aún no estaba dicha, ya que la tripulación aurinegra volvía a la carga con la cabeza bien alta y los bates más afilados que nunca.

El primero en pararse en el cajón fue Armin, una de las últimas incorporaciones del equipo, que sintió en sus propias carnes como se cumplía aquello que escribían los chicos de Pitcheos Salvajes hace unos meses, al entrevistar a los directivos de C.B.S. Piratas Valencia; y es que este equipo es el último símbolo del romanticismo” en el béisbol valenciano.  Ya que, en estos momentos en que la moral flojeaba, comenzó a recibir palabras de ánimo de los que estaban en la grada y él hizo el resto con un tremendo batazo al right, en el que parecía ir el corazón de todo un club que confiaba en que el defensor no llegase a esa bola que se abría en el aire y se alejaba cada vez más del guante rival, mientras el bateador corría con el alma hasta alcanzar la tercera base.

La grada y el dogout parecían uno, ambos vibraban con cada strike y cada bola, con cada batazo que se iba fuera y con cada fallo del catcher.

Armin durante uno de sus turnos al bate.
El objetivo de los audaces que se preparaban para batear era el de conseguir traer a su compañero de vuelta y que anotase.  Consiguieron su misión gracias a su capacidad para distinguir los lanzamientos y se embasaron uno tras otro, hasta conseguir que Armin y otros dos compañeros pisasen el Home Plate.
Piratas había conseguido ponerse a dos carreras de su rival que ahora sentía toda la presión sobre sus hombros, aunque conseguiría anotar una carrera más y poner el 3-6 en el marcador al cierre de la octava, a pesar de la gran actuación de aquellos que entraron de refresco como: Pere en primera, Vincent en segunda y Pablo en el Rightfield; incluso el intercambio de posiciones entre Armin, que se haría cargo de los lanzamientos, y Andy, que bajaba de la loma para situarse en tercera base, no desentonó lo más mínimo. Sin embargo, los piratas aún tendrían una oportunidad más de remontar, con su turno al bate en la parte alta de una novena entrada que terminó sin fortuna para los del parche.

Así pues, el encuentro concluía con la victoria de Antorcha por 6 carreras a 3, en el que resultó ser un gran partido del navío pirata que en cuatro años de vida ha conseguido poner en riesgo la embarcación del club más veterano de la capital del Turia. Esto demuestra que con esfuerzo, valentía, orgullo, honor, honradez, amistad, compañerismo y sacrificio, este club puede competir de tú a tú con cualquier adversario, porque nadie es tan bueno como todos juntos y eso en este equipo es algo que se tiene muy claro y se hace notar en el día a día, en entrenamientos y partidos. Por último, cabe destacar que, pese a la derrota en un partido en que Piratas Valencia mereció más, el lema del club se hizo hoy más patente que nunca, en ese batazo de Armin, porque todos juntos seguimos “cumpliendo sueños”.

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